sábado, junio 23, 2012

Mis días -todavía- te hablan


Y volvieron, esas raras formas de recordarte...
Me encontraron en labios ajenos,
con la voz de Thom de fondo,
(juro que si hubiera sabido que ella iba a traerte
habría elegido otro track).
Viniste porque sos un habitante recurrente en mí
presente, aunque a veces invisible a la conciencia.
Estas porque de algún modo te tatuaste en mis días,
porque me llenaste de incertidumbres desde tu
"ni puta idea de quién es"
y porque tu ausencia todavía es tangible.
Presente porque extraño tus palabras,
tu maldito -o bendito- don de organizarlas maravillosamente
y hacerlas eternas, como ecos de algo que todavía,
de algún modo desconocido, persiste.
Es eso, tus oraciones, han sido -y son- atemporales.
Vos y yo existimos en un dimensión que escapa a lo inteligible,
si jamás encontré la forma de describirte y de describirme a mi
cuando se trata de vos.
Esa certeza previa de negarte y negarme nunca estuvo tan difusa
y no imagino un futuro sólo es el pasado que vuelve infinitamente
con un signo de interrogación a martillarme las noches.
No podré cambiar nunca lo que no hice,
no me arrepiento, en ese momento tenía mis razones,
sólo tengo la costumbre de imaginar -y escribir-
como habría sido compartir
un poco de mí con vos.

Mentiría si dijera que intento soltarte,
las palabras me condenan,
me aferro a tu recuerdo
porque es lo único que me dejaste.