De las batallas con demonios solo me queda un escudo de cristal, una ninfa de cerámica y una espada deshecha.
De las batallas con mis demonios me queda una garganta callada y un corazón sepultado.
Y de las otras, solo quedan retazos de lo que alguna vez fué.
1 comentario:
me gustan tus gustos y las cosas que escribes.
volveré seguido.
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