lunes, diciembre 22, 2008

La gente perfecta

Hay gente jodidamente perfecta, gente que ni siquiera miro porque su brillo me encandila.
Hay, quizás no, gente que me considera perfecta, sin imaginar los defectos espantosos que vinieron de fábrica.
Hay gente imperfectamente perfecta que me hacen sentir como un bicho raro, una maldita freak, y viendo de cerca sólo son piel, huesos y carne, nada más.
Hay gente de mierda, gente que salva el mundo, gente que no hace nada, gente que jode, gente que mata.
Hay mucha, mucha gente.
Y acá estoy yo, terriblemente sola.







Suena: Coma White del Sr. Manson.


sábado, septiembre 13, 2008

La tristeza esta de huésped y me invita a pasear por sus caminos.
Llega y como es normal, se me antoja visitar letras, melodías y sentimientos impregnados de la más pura melancolía.
La maldita te contagia hasta lo más hondo de los huesos. Traspasando tejidos, piel y sangre.
Terminas deseando que alguien, que no existe o no esta disponible, te sujete en sus brazos y te susurre al oído que todo estará bien.
Y como no hay nadie, terminas sintiéndote más miserable todavía.
Y te pones a escribir cosas como las que pulsan mis dedos en estos momentos.
Y lees y te dan asco tantas palabras patéticas juntas.
Y pensas que es mejor irte a la cama, cierras el bloc, das stop a la música, apagas la computadora, te levantas y arrastras los pies hasta la cama.
Pensando, sin creer, que mañana será mejor.

sábado, julio 19, 2008

Sigo buscando un escape de la mediocridad a lo maravilloso, un pasaje subterraneo, un flash transportador.
A veces me veo perdida entre la multitud, entre las cosas mundanas, desgastadas y ordinarias. Entre la gente que ha aprendido a ignorar su corazón. Perdida entre las voces que ahogan mi voz.

sábado, junio 28, 2008

Tuya

Todos mis sueños se redujeron a ti.

Así ha sido desde el momento en que te vi, ahí parado. Como un soldado de paz, un cantante de tristezas y nostalgias. Como el mejor paisaje que una fotografía puede perpetuar, como el más perfecto despegue, como la vista más maravillosa que jamás pensé encontrar.

Así ha sido desde el momento en que te vi, así intenso, inmóvil, así, hermoso.

Si me hubieras pedido que te acompañara al lugar más desolado del mundo, me pondría mi mejor vestido y correría sólo por no llegar tarde.

Hubiera dejado todo sólo por verte sonreír.

Hubiera dado hasta mis esperanzas para conseguirte paz.

Hubiera dado todo, mi amor, sólo por verte dormido.

Así ha sido desde el momento en que te vi, he dejado de ser yo, sólo por ser tuya, tan intensamente tuya como me es posible.

domingo, junio 22, 2008

Sentir Viva.

Busco entre mis cajones alguna señal que indique mi camino.
Alguna esperanza que regale un poco de luz a mis ilusiones.
Algo que alivie mi desesperado corazón.
Lo encontré...
Ahí están, miles de vocecitas alentándome, pidiéndome que sea feliz.
Ahí están, todas las pequeñas maravillas que conocí en el mundo. Ahí están.
Cartas, tarjetas, fotos, palabras, imágenes, que me recuerdan que supe hacer cosas buenas en mi vida, que, quizás, alguien me lleva en su corazón a donde sea que vaya.
Llevo varios nombres tatuados en mi alma, más de lo que alguna vez soñé, los llevo para nunca sentirme completamente sola, para recordarme quién soy y quién supe ser, para tener motivos para levantarme cuando los huesos me piden que descanse.
Tengo tantos deseos, deseos buenos, deseos nobles, deseos que suspiran en mis oídos que no los abandone.
Tengo ganas y aunque esas ganas estén enfermas de tristeza, siguen gritándome que están, que existen, que corra a buscar lo que me hacía sentir Viva.
Tengo una intima esperanza que no quiere verme abatida, que no deja que llore este domingo gris.
Tengo en ese cajón razones suficientes como para creer que el Amor no me dejó, que simplemente se canso de hablarle a alguien que lo ignora.

Tengo ahora, ganas de escuchar el vals de la lluvia, de abrir las ventanas y dejar que las musas me visiten, de soñar utopías y reír sin motivos cuerdos, tengo ahora, tu voz de guía, tu sonrisa de abrigo y tu fe de Dios.

sábado, junio 21, 2008

La derrota es nuestra.

¿No ves que me ahogo?
No ves que espero tu mano como -salvadora- salida al exterior.
¿No ves?
No ves o no querés ver...
Que mientras vos jugas al ciego yo me quedo muda de tanto gritar.
Ahora es tu ignorancia la que me tira a las rodillas, la que trata de verme abatida, arrastrándome por el suelo.
Ahora sos vos el que busca los duelos.
Ahora soy yo la que esconde las lágrimas entre los dedos.
Ahora la presa soy yo y vos... vos el cazador.
Si hasta mi corazón es tu aliado.
No ves que ganaste en cuanto yo dije dejemos de jugar, salgamos del abismo.
No ves acaso que olvide mis manías de felina salvaje,que dejé de escapar a medianoche sólo por verte dormir.
¿No ves?
Que vestí de Judas sólo para impresionarte.
Que cambié las pocas esperanzas que quedaban para pagar tus vicios.
Que vendí mi alma sólo para comprarte alas.


¿No ves?

miércoles, junio 18, 2008

Décima noche de credos esperanzados. Décima pero potente como miles. Décima dolorosa.
Los astros me apuñalan, el azul penetra la piel y se sumerge en un todo que le responde sin combatir.
No hay nada más que un montón de sueños apilados en ese rincón, maniáticos desesperados.
Y esa cama aún espera recibir más peso, espera algo más que lágrimas... quizás -sorpresivamente- te espera.