Para serte sincera,
puedo vivir sin vos.
Puedo respirar, sonreír y todas las cosas que me hacen humana.
Pero me gustas y me gusta desearte así,
imaginarte desnudo por mi casa.
Tener conversaciones mentales con vos,
leerte y compartir canciones,
de eso se trata el placer (al menos para mí).
Entonces sí, no muero de amor
pero creo que podría derretirme entera,
es una posibilidad
como también lo es que después de un tiempo
te conviertas en un envase vacío, sin nada para dar
y yo me canse de regalar y sienta que me estas chupando la energía.
Eso es probable, desaparecer ha sido lo constante en mi vida.
Pero me decido por el optimismo y la diversión
y vuelvo a imaginarte hecho piel,
a escribirte y sentirte casi como si fueras real.

Te extraño

Te extraño,
cuando arrojas desesperación...
Porque siempre que llega tu forma
en mis noches de odio
dejo de pertenecerme.
Tanto amor
no debe andar insoportable.
Será mejor hundir en aguas
tus violencias
y que estalle esta cabeza de hombre.
Espero de angustia en angustia
el viaje de mis horas cautivas.
Te pienso involuntaria,
con dolores de clausura
y caminos desiertos.
Avanzan por tus faldas
tempestades de redención
y camina por el viento
tu hermosa crueldad desenfrenada.
Voy a tapar tu imagen en la tierra
hasta dejar sin fondo
el espacio y el olvido.
Te extraño
con siglos de numerosas muertes;
por eso, este dolor acostumbrado
y nuestro afán indeclinable
de recordar lo eterno.

                           Felipe Rojas

Whatever (el pudor al carajo)

[María no debería ser condenada, debería ser absolutamente redimida]
Y mientras estoy acá, tratando de manejar mis manos... (sólo quieren estar sobre mí)
Pienso en vos, y en que acabo de flashear sobre eso.
Eso que sos y mi imagen de vos.
En poder sentir tu respiración,
tu boca entreabierta y tu vapor.
Vos y tu mano, te imagino, te siento, jadeando lento y tus dedos sobre mi cuerpo,
recorriendo mi forma. Estas en mi Venus ahora, suave y exquisito... yo me agito.
Digo tu nombre, exhalo y gimo. Dios, estoy vibrando entera,
mordiéndome en tu honor.
Shhh, no te detengas, todavía lato rápido.
Besame, mostrame tu lengua, quiero tu ph sobre mis labios.
Te respiro, y pienso en todo lo que quiero ahora mismo, te quiero en mí,
bien adentro y entre gemidos.
Pienso: cógeme. Pero me quedo callada.
Seré muy sucia? Vamos de nuevo?
Me sonríe, lo miro, me toco.
Y él se da la vuelta, yo vuelvo a morderme y mojarme..
Se viene sobre mi y yo -ahora mismo- no tengo fuerzas para planear la
resistencia, él me enciende.
Qué hago? sobrevivo o me lanzo?
Lo vuelvo a mirar, me muerdo y salivo...

Blanca

Por amor estamos vos y yo acá.

No hay otro motivo, tu llegada y mi llegada

vienen de la fuerza creadora del universo.

Vos y yo nos encontramos por amor,

porque el amor nos trajo, nos nació, nos moldeó.

Y yo te digo, y te repito, mientras vos miras para otro lado

y te tapas los oídos, que es por amor que estamos acá.

Y a vos te da tanto miedo ese sonido,

te aterra tanto escuchar esa palabra de mi boca,

que te alejas y me alejas o viceversa.

Y si, yo podría decir que fue el azar, la suerte,

pero seguiría siendo lo mismo, se sentiría igual...

Hasta podría borrar la conexión de esas cuatro letras

para evitar tu distancia,

pero estoy cansada de fingir, harta de vivir con miedo.

Y me libero y te libero diciendo que esto es amor,

aunque no haya miles de estrellas brillando ahí afuera.

Esto es amor,

porque es como escuchar a Spinetta y no entender bien -cómo ni por qué-

se tiene la certeza de que así se siente amar.

Después de los lunes (rain makes everything better)

¿Podremos alguna vez escribirle al amor y no al desamor?
¿Por qué será que la musa que entra por la ventana siempre viene anunciando la tristeza, eh?
Yo digo que el amor no es eso, el amor es otra cosa... es una experiencia de armonía con todo lo que es, es un ahora inmanente que nos envuelve enteros y enteras. No es este espacio vacío en el pecho, ni las ganas acumuladas en las manos y en los labios.
Yo digo que el amor es otra cosa y esa cosa no se parece para nada a esto que cargamos hace años.
Porque a veces -como en este preciso instante revelador- decido desacostumbrarme a la nostalgia y la melancolía, abandonar la espera y regalarme la chance de ser, de vivir, sin tantos preámbulos ni versos.

Aún no amanece

Me dijiste adiós y yo no estaba lista para esa palabra.
En realidad eso no importaba si vos estabas preparado para partir.
¿Qué podía hacer yo al respecto?
Si vos sos libre para caminar, si yo amo tu libertad.
Yo te espero acá, mientras observo tus pasos alejándote de mí.
Te espero para que me escuches decirte todavía no, todavía no... no puedo -ni quiero- soltarte.