viernes, enero 06, 2006

Hermosas y malditas.

Tengo docenas de mariposas abrazadas a tu locura. Tiro de ellas pero sé que prefieren quedarse sin alas antes que despegarse de ti. Esa terquedad que las caracteriza, tan hermosas, tan malditas, tan tuyas y mías.
Suelen perderse de vista y las descubro durmiendo en la palma de sus manos, totalmente hechizadas. Ellas mueren por su perfume y se recrean en su calor.
Nacen, viven y mueren por su presencia. Pero si juraron ser mías cuando las inventé y ahora no tienen piedad, no son dignas de mis pensamientos, se han vuelto perversas por él.
Malditas traiciones que se esconden bajo alas multicolores y yo he vuelto a caer en la trampa, ahogándome en el dulce néctar de su piel.

1 comentario:

123456789 dijo...

Dulce e intenso, como el deseo, la rabia del rechazo, el ansia de querer...un beso pequeña.