jueves, octubre 12, 2006

Víspera de resplandores.

El tiempo, mágico, trajo la paz, trajo la libertad.
Terriblemente raro es que tiendas a necesitarme ahora que desplegué, por fin, mis alas.
Ahora que vuelvo a hacer planes, que vuelvo a pintar mares y azules. Ahora que puedo sonreír sin motivo. Ahora que puedo dormirme sin lágrimas.
A h o r a cuando no te necesito, dices que me extrañas.
El tiempo no fué sanador, fué necesario. Necesario para preguntarle al corazón si quería seguir recibiendo patadas.
Ahora sabes cuál fue su respuesta...adiós.

No hay comentarios.: