miércoles, noviembre 15, 2006

I believe.

Llévame al país de las maravillas, le pedí a esa burlona mariposa.
Casi puedo jurar que la escuché reírse mientras se alejaba de mi estancado cuerpo.
Y me quedé como quien dice, esperando un milagro. Es que todavía, a mi pesar, creo en la magia.
Creo en manos sanadoras, en voces escurridizas que penetran por los poros de la piel.
Creo en duendes noctámbulos, creo en estrellas guías.
Creo en reencarnaciones y entre otras cosas, creo en mis pulsaciones, que, por ahora, no me han fallado.
Creo en vos, en tus manos de papel, en tus melodías, en tu soledad.
Creo en nuestro reencuentro.
Creo, pero sobre todo espero... espero.
Por ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ana, tu mensaje es conciso, directo, preciso, y llega al corazón sin intermediarios. Además, haces muy bien en creer en la magia, en los misterios insondables del Universo. Siempre existieron, siempre estuvieron allí: basta con tener los ojos y el oído atentos para percibirlos. Eso le sucede a los poetas. Por eso te sucede a tí.
Un abrazo.
Eber.