Si al verte alguna mariposa resucita, apuesto intentar mantener alejada mi mirada de tu rostro, tu cuerpo, tu pelo… intentando no avivar las cenizas de este sentimiento sosegado.
Todavía te observo con ese cariño tan especial, buscando tus defectos para creer etéreamente que no eres tan hermoso, aunque mi alma piense lo contrario.
Adoro tu sonrisa, desearía grabarla en mi mente y verla cada día, brillando para mí... aún te respiro en algunos sueños, aunque me esfuerze por evadirlos siguen ahí, clavados en mi inconsciente.
Te espero, aún sabiendo que mis sentimientos ya no son los mismos.
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