jueves, septiembre 01, 2005

Sentada sobre una banca observo el reloj, más bien la pequeña aguja movediza. El jugaba con el celular, mientras la vista se me nublaba y solo era capaz de ver al chico de ojos castaños, el personaje de algo que escribí ayer y todavía no me he animado a postear. Solo sonreí y me sentí contenta de haberlo visto otra vez.

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