martes, agosto 30, 2005

Libidos...


Tus botones violentamente arrancados desparramados por la habitación, tu camisa a un costado de la cama, mis dedos entre tu pelo y el fuego encendido por doquier.
Abruptos movimientos esparciendo las ondas de tu perfume, si aún recuerdo tus labios recorriendo mi cintura, tus manos llegando lejos, muy lejos.
Las sábanas entrometidas cayendo al suelo, la respiración agitada, dejando intervalos de suspiros.
No son solo cuerpos atrapados en un ataque pasional, sino más bien dos almas uniéndose por un rato, es difícil decir que la piel se vuelve innecesaria en casos como este.
Luego todo se funde en calma, tendidos de espaldas sobre el colchón, acaricio tus manos y te sumerjo conmigo en éxtasis.

sábado, agosto 27, 2005

Tus alas..

John siempre fué un alma libre.
Cuando quebró sus alas idealizadas, estas se volvieron de carne, se corporizaron. El no lloró, solo se quedó mirando el infinito.
Una hora después golpeó tres veces su cabeza contra la pared, me clavó su mirada psicótica y me gritó que la vida es una mierda. Traté de consolarlo, lo acaricié mientras su cara se deformaba ante tantos pensamientos agobiantes. Luego se tiró al piso y me estrecho la mano, arrastrándome junto a él, apoyo su cabeza sobre mi hombro y mientras olía mi cuello me explico que hay noches como estas en las que debería dejarlo solo, que el insomnio le sirve para recapacitar lo que no debe olvidar. Lo mire dulcemente y lo besé, el sonrío y me dijo que no tenía que malacostumbrarlo a que en cada crisis estaría yo.
El pretendía no necesitarme, solo se notaba que me extrañaba.
Nos acostamos en su cama y en silencio mientras le acariciaba la mano se quedo dormido, pacíficamente dormido.

miércoles, agosto 24, 2005

Perdón...

Empezaré pidiéndole perdón a mi cabeza, mi alma se siente culpable por sentirte de esta manera.
Dueles hasta convertirte en el temblor de mis dedos, en la expresión de mi rostro cuando me encuentro bajo luces parpadeantes que me invitan a soñar y a pensarte. Ay, deseo ser tan solo uno de tus pensamientos, sé que alguna vez lo soy, pero no de la forma que anhelo.
Quisiera poder olvidarte después de tantos meses, pero sigues siendo el cuerpo, la esencia de cada uno de mis renglones. Lamento tener que llenar el hueco de mi pecho con fantasías, con vanas esperanzas y con palabras que nunca dijiste. Intentaré mil noches más hasta sosegar todo esto, te doy mi palabra. Y para terminar intentaré complacerte diciendo que eres solo un capricho, que tienes razón, que soy solo una niña aspirando a más. Pero, ¿cómo darle razón a mi alma si para eso está mi cabeza?

martes, agosto 23, 2005

Ahí...

Cuando el crepúsculo llegue, te esperaré esperanzada, en silencio, en calma.
Rezaré porque esta vez llegues a tiempo, así no te pierdes de los tonos que nos regala el cielo.
Mientras el sol se pierde, buscaré tus verdades arcanas, esas que están trás tus miradas.
Me darás los detalles de tu día, mientras acaricias mis manos y me quitas tu beso.
Sabes que te espero, ahí, en nuestro banco al sol.

sábado, agosto 20, 2005

Recobrando..

No te atrevas a pasar por esa puerta.
Intento recobrar el silencio que me arrebataste a gritos. Intento caminar por el pasillo sin escuchar los ecos del ayer.
Tu cerraste las ventanas, mis paredes están tan húmedas, mis jardínes tan descoloridos, hasta mataste las larvas que cosechaba. Quiero mariposas.
Me cansé de sostenerte, de soportar tu estados psicodelicos, aunque amé algunos, al fin de cuentas no quiero más muertes.
Lo que te digo es que mientras golpeas la puerta, yo atrapo las esquirlas de paz que conservó mi armario.

jueves, agosto 18, 2005

*

Imagina que el cielo a veces se vuelve difícil de soportar, mientras la belleza te mece, tu lloras a la soledad que no te abandona.
La luna resplandeciente ya te agobia, la depresión siempre al alcance.
Quizá solo necesitas miles de lunas más, para comprender que todo esta ahí, en vos.

sábado, agosto 13, 2005

Psicosis y cigarrillos..

Ella descansaba en la cama, mientras el cigarrillo se consumía en el cenicero.
Su brazo izquierdo colgaba mientras dibujaba garabatos sobre la alfombra roja.
Ni siquiera notó mi presencia, solo divagaba sobre las estrellas que no querían sonreirle, hay veces que no salen porque no quieren verme decía.
Sentada en el piso, tomé el cigarrillo, le dí una seca y lo apagué. Ella siguió hablando. Anoche como todos los martes la esperé en el balcón, pero ella no apareció,me dejó, me dejó, repetía mientras sus ojos se inundaban. Y entre sollozos agregó, ella sabe cuanto la necesito, ella sabe.
La mire fríamente y ella ignoró que cada palabra me desgarraba.
Suspiró y se sentó, estiró el brazo y tomó la caja de puchos que estaba sobre la mesa de luz, también el encendedor. Saco un lucky y me pasó la caja, convidándome, quedaban cinco, dos Lucky, un phillips, un Marlboro y un mentolado, tomé el mentolado. Recuerdo que ella compraba siempre diferentes para no acostumbrarse a un solo sabor, no le gustaba la monotonía.
Ella fumaba lentamente, dando bocanadas ahogantes. Aún tenía el rostro empapado.
Ella era así, una mezcla de alegría y psicosis. Siempre pensé que era algo suicida, la forma en la que se sentaba justo en el borde del balcón o la manera en la que miraba el filo del cuchillo. Era bastante más rara de lo común.
Después de haberme ignorado por largos 45 minutos, ella dijo me siento mucho mejor, que bueno que estuvieras acá. Se levantó, caminó hacia el baño, se escucho la canilla, el agua al golpear contra la pileta,la cadena y luego los pasos al entrar de nuevo a la habitación. Se puso su vestido blanco, peinó su largo pelo castaño, se hizo una trenza, y se fué.
Yo terminé mi cigarrillo y salí del departamento.

jueves, agosto 04, 2005

"De tus alas despedazadas y mi infinita autoflagelación.."

No se como sostenerte más, los brazos se me debilitan, la impotencia desangra mis ojos. Vuelves a temblar y gritas tan fuerte, la piel se endurece. Como si esos espasmos de angustia se volvieran contra mí, azotándome miles de veces. No resisto tu sufrimiento y el piso no se queda quieto, resbalo casi dejándote caer. Mi cuerpo, ya sin fuerzas, se derrumba por todo el piso, tu cabeza apoyada sobre mis piernas intento en vano volverte en si, ya estás tan lejos de esto. Perdoname por todo, pero por favor despertate, por favor... te lo suplico.
No, no vuelvas a cerrar los ojos que me dejas ciega. Quién sino tu va a ser la ninfa que me rescata de las penumbras...quién me va a enseñar a respirar cuando el aire me sobre... no, no me hago la idea de un amanecer sin vos a mi lado.
Por favor...hablame! decime que vas a estar bien como siempre lo haces. No, no me basto sin vos, te necesito. Dame solo unos años más hasta que mis alas estén listas para despegar.
Pero no te vallas sin despedirte, sin haberme dicho que aprendería a vivir sin tu fisonomía.

miércoles, agosto 03, 2005

Cuadro de una noche como esta...

Veo el celeste del cielo escurriéndose entre nubes oscuras que se disfrazan de noche.
Un azul azabache interrumpido por pequeños puntitos brillantes que a lo lejos me sonríen con pequeños destellos titilantes.
Astros que mis ojos dibujan como si alguna vez fueron vistos y guardados por la pupila.
Rostros conocidos y otros dudosos de ser reales o de haber sido solo soñados…
Tantas ansias de verte sentado a mi lado, quizás tomados de las manos, me encantaría tenerte solo por una noche, sé que tu perfume perduraría más que las palabras y gestos, es que tengo más memoria para eso.
No pediría más que ver la comisura de tus labios mientras me hablas o quizás solo quedarte callado, mientras despego. Ver tus manos moviéndose y algo más…
Es simplemente un cuadro que me gustaría pintar en una noche como esta.

lunes, agosto 01, 2005

Y...¿qué más da?

¿Qué hay de malo si le llevo la contra a mis pensamientos más lógicos? Si prefiero seguir mis impulsos hasta tirarme prendida de solo una hilacha de cariño que ni siquiera parece tan fuerte como para soportarme.
¿Qué más da si pierdo en un intento de vencer?
Al final vivimos del momento, siendo por siempre prisioneros de ese tiempo…
Lo nuestro fue hermoso e inconstante, como esa mariposa que vimos brillar inmersa en su belleza y que, aunque su entorno no ayudaba a la vista, el cuadro prendía de ella y no de lo demás.
Detalles mínimos que importan y hacen la diferencia. Y yo sigo esperando que todo se me cumpla, al final me quejo de ser una soñadora ya delirante y sigo sin querer aprender cuando ser realista y cuando ser una completa ilusa.
Y la felicidad me sabe tan efímera que tengo miedo de pestañear y que ya se haya ido, pero eso no me preocupa tanto, porque mientras dure soy feliz y más feliz de que estés a mi lado…
Y tengo tantas sonrisas para regalarte que podría repugnarte...pero te las doy de todas maneras.