lunes, agosto 01, 2005

Y...¿qué más da?

¿Qué hay de malo si le llevo la contra a mis pensamientos más lógicos? Si prefiero seguir mis impulsos hasta tirarme prendida de solo una hilacha de cariño que ni siquiera parece tan fuerte como para soportarme.
¿Qué más da si pierdo en un intento de vencer?
Al final vivimos del momento, siendo por siempre prisioneros de ese tiempo…
Lo nuestro fue hermoso e inconstante, como esa mariposa que vimos brillar inmersa en su belleza y que, aunque su entorno no ayudaba a la vista, el cuadro prendía de ella y no de lo demás.
Detalles mínimos que importan y hacen la diferencia. Y yo sigo esperando que todo se me cumpla, al final me quejo de ser una soñadora ya delirante y sigo sin querer aprender cuando ser realista y cuando ser una completa ilusa.
Y la felicidad me sabe tan efímera que tengo miedo de pestañear y que ya se haya ido, pero eso no me preocupa tanto, porque mientras dure soy feliz y más feliz de que estés a mi lado…
Y tengo tantas sonrisas para regalarte que podría repugnarte...pero te las doy de todas maneras.

2 comentarios:

Emilce dijo...

Y así pasa, somos felices dando, endulzando el resto del mundo.
"Quien camina con una sonrisa, ve brillar las estrellas a plena luz del día".
Sonríe siempre, este mundo a veces es tan amargo que le hace falta mucho mucho para que llegue a empalagarse. Abrazotes.

Ana Lucía dijo...

Uh!! muchas gracias...
Necesitaba ese tipo de dulzura.
Otros para vos!
Si tienes msn me encantaría que me agregues.. :)