Hoy me di cuenta de lo que es en realidad ser discapacitado, es el no poder realizar ciertas cosas, es ser diferente, especial.
Muchas veces nos distanciamos de estas personas maravillosas que solo brindan lo que pueden, nos regalan ese amor tan espontáneo que no conoce prejuicios ni limites. Son seres generosos, alejados de toda la maldad de este mundo.
Ellos sienten el rechazo por parte de la sociedad pero eso nos los frena a la hora de levantarse de cada caída, superando sus dificultades con todo el valor del mundo y entregándose en cada abrazo, dejando al desnudo su maravillosa esencia.
Llego a la conclusión de que las personas discapacitadas al fin somos nosotros, los “normales”, discapacitadas al no ser capaz de dar amor a personas desconocidas, al no sincerarnos con nosotros mismos y con la gente que nos rodea, al discriminar y sobre todo al no enfrentar nuestros miedos como lo hacen ellos, aun sabiendo que pueden ser vencidos por las dificultades a medio camino, se arriesgan y es ahí cuando ganan.
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