viernes, noviembre 05, 2004

Existencia en soledad

Todos estamos solos desde el momento en que nacemos hasta el día en que morimos, toda nuestra existencia estamos destinados a vivirla en soledad. Por más que quisiera con todas mis fuerzas no podrías ser testigo de mis pensamientos, somos seres independientes unidos por un sentimiento pero me temo que eso no alcanza para dejar de ser almas solitarias. No puedo anidarte en mi pecho, ni curar tus heridas, no puedo vivir del aire que exhalas, no puedo tantas cosas y esto me produce nuevamente una sensación de vacío irremediable. Me gusta pensar que puedes navegar en mí, como si fuera el único mar sobreviviente de tu sed incansable. Se que no puedo ser la piel que separa tu esencia del exterior...pero estoy segura de que puedo acompañarte en tus momentos de extrema soledad, puedo compartir el silencio que perdura en tus oídos. Puedo arrebatarte un poco de dolor para que no soportes sus consecuencias, regálame un poco de tiempo para reconciliarme con mi mente y así ser libre por unos instantes de esta prisión envuelta de preguntas sin respuestas y de noches sin sueños…

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